En términos generales, el e-commerce o comercio electrónico es la compra-venta de productos y servicios en línea.
Sin embargo, el e-commerce va más allá de crear una tienda en alguna de las plataformas en el mercado como Shopify, Woocommerce, o los marketplace como Facebook, Amazon y Mercado Libre, y esperar que la gente te compre. Si eres una empresa y cuentas con varias sucursales físicas, es importante que contemples que el inventario de tu tienda en línea debe estar conectado con el de las tiendas físicas mediante la integración de tu ERP para asegurar el orden de los productos y evitar que haya pedidos de productos que ya no haya en existencia, etc. Aunado a esto, una e-commerce debe tener una logística que ofrezca envíos a precios atractivos y tiempo de entrega reducidos. En resumen, una tienda en línea tiene que ofrecer una experiencia de compra integral desde la visita a la página hasta la entrega del producto, de lo contrario su potencial será desaprovechado.
Las ventajas que tendrías al momento de implementar un e-commerce dentro de tu empresa son:
- Visualización. Tus clientes podrán ver tus productos en cualquier momento y animarse ya sea a comprarlos en línea o ir a una de tus sucursales.
- Actividad 24/7. Una tienda en línea te da la oportunidad de estar activo siempre y tener ventas a cualquier hora.
- Reducción de costos. A comparación de una tienda física, en una tienda en línea solo tienes que preocuparte de que el sitio esté en óptimas condiciones y que el personal que atienda los pedidos.
- Mayor alcance. Puedes llegar a públicos que ni te imaginas con un canal de ventas en línea. Incluso puedes internacionalizarte.
No hay duda de que una tienda en línea es el mejor canal de ventas, y puede convertirse en el mayor generador de ingresos de tu empresa. No obstante, para que esta tenga éxito necesita tener un posicionamiento de marca y eso se lleva a cabo con estrategias de marketing vía redes sociales.